CAPÍTULO 8 – LA PROSA DISMINUIDA
A veces la frase tiene ciertas grietas que hacen tambalear el edificio del texto, las faltas de redacción despilfarran la fuerza expresiva de la prosa, rompen su sinuosidad sintáctica, crean vacíos semánticos, provocan ambigüedades y, en definitiva, arriesgan el éxito final de la comunicación. La prosa se vuelve coja, dislocada, minusválida.
Solemos darnos cuenta de los errores importantes de redacción, sobre todo si atentan contra el significado, pero cuesta mucho más identificar los detalles o las pequeñas imperfecciones. En este capítulo se presentará las faltas más corrientes y relevantes de redacción, además de otras impurezas y defectos que ensucian la prosa.
SOLECISMOS
Son solecismos los barbarismos léxicos, los calcos sintácticos de otras lenguas, las frases incoherentes, la ausencia de concordancia y, en definitiva, cualquier falta que contravenga la normativa de la lengua. Algunos manuales utilizan este término para referirse sólo a las incorreciones sintácticas de la construcción, pero el uso general parece mucho más amplio. Gergely ( 1992 ) , Martínez de Sousa (1993) y Wales (1989) definen algunos de los solecismos más habituales de la prosa, que no siempre son fáciles de distinguir y clasificar.
ANACOLUTO
Son aquellas frases rotas, en las que la segunda parte no acompaña a la primera o no se corresponde con ella. Ejemplos:
El término anacoluto se utiliza a menudo de manera genérica, como sinónimo de solecismo, para referirse a todo tipo de incorrecciones sintácticas. Así, el anantapódoton y el zeugma, que trataré a continuación, pero también la silepsis, se presentan a veces como tipos específicos de anacolutos. Gómez Torrego ( 1993 ) analiza y comenta muchos ejemplos actuales de anacolutos y discordancias.
ANANTAPÓDOTON
En griego significa «privado de la correspondencia simétrica». Es una variante de anacoluto, en el que sólo se expone uno de los dos elementos correlativos que tendrían que aparecer en la frase. Ejemplos:
Al igual que un anacoluto los anantapódoton rompen el curso lógico de la oración y suele ser difícil diferenciarlos.
4.ZEUGMA
Viene del griego zeugma: «que sirve para unir, enlace». Según el DRAE: «consiste en que cuando una palabra tiene conexión con dos o más miembros del período, está expresa en uno de ellos y ha de sobreentenderse en los demás». Ejemplos: «Era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de
la caza», donde el verbo era se refiere a los cinco atributos pero sólo
aparece en el primero; también: «la madre barre la sala, y la hija, el
comedor».
5.PLEONASMO
Deriva del griego pleon: «más numeroso»; y de pleonasmos: «superabundancia ». Se asocia con la redundancia y el énfasis, y se opone a la elipsis. Según el DRAE, «consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para el recto y cabal sentido de ella, pero con los cuales se da gracia o vigor a la expresión; v. gr. Yo lo vi con mis ojos». María Moliner incluye otros ejemplos: «lo escribió de su puño y letra», «entrad dentro», «subí arriba». Ambos diccionarios tratan este fenómeno con benevolencia y, aunque reconocen su carácter redundante o gratuito, no llegan a censurarlo. Martínez de Sousa (1993) se muestra más severo y ofrece una extensa tipología de casos. Considera correctos los pleonasmos que dan mayor énfasis a la oración, «en ciertas situaciones» [sic], como verlo por mí mismo, a mí me buscan, al fin y a la postre, nunca jamás, sea como sea, hoy en día o diga lo que diga, además de los ya citados. Pero censura los siguientes ejemplos, entre otros muchos:
Finalmente, en el extremo del laconismo, Galí Claret (1896) muestra algunos ejemplos en los que el anacoluto inútil es mucho más que una repetición superflua (las cursivas y la ortografía son del original):
Se impone el criterio subjetivo del autor. Sea como sea y digan lo que digan las gramáticas, nosotros, autores y autoras, debemos decidir por nuestra cuenta cuando escribimos una escritura tensa o cuando nos permitimos el lujo lujoso de unos cuantos pleonasmos redundantes, repetitivos y reiterados.
OTROS DEFECTOS:
ANFIBOLOGÍA
Viene del griego amphibolia, que significa ambigüedad, doble
sentido o incerteza. Son frases que pueden interpretarse de dos o
más maneras distintas. Ejemplos:
En la primera frase, el adverbio repetidamente modifica verbos
distintos según su colocación. E n la segunda, la expresión como mínimo
se refiere a la firma del secretario y, si se deja al final de la
frase, puede provocar confusiones con el otro complemento: en el
margen izquierdo del papel.
CACOFONÍA
Se refiere a la repetición casual de algunas letras o sílabas, que producen un
sonido desagradable. Ejemplo:
TICS PERSONALES
Del mismo modo que cuando hablamos tendemos involuntariamente a reiterar un gesto, un parpadeo o una entonación, la prosa también refleja rutinas verbales: palabras recurrentes aquí y allá, frases calcadas, párrafos con el mismo patrón de fondo, etc. Nadie domina el infinito caudal léxico o sintáctico de la lengua; todos y t o das cargamos con limitaciones expresivas. Así, los niños acostumbran a conectar las oraciones con y, que es uno de los enlaces más básicos. Los tics pueden afectar a varios aspectos de la redacción:
- Repetir una palabra o expresión (vocablos genéricos, comodines, conjunciones, adverbios…): entonces, actualmente, así pues, desde luego, aspectos, mucho… La palabra actúa como cuña o muleta que articula la prosa.
- Abuso de alguna estructura sintáctica: gerundios antepuestos, frases comparativas, subordinadas, profusión de adverbios o de adjetivos… Resultan más difíciles de descubrir. Al leer la prosa en voz alta o baja, se descubre una tenue musiquilla pegajosa.
- Estructuras calcadas en párrafos y textos: empezar con el mismo vocablo o expresión, abusar de los marcadores textuales, cerrar siempre los párrafos con la misma frase, etc.
- Usos poco corrientes o personales de puntuación: exceso de incisos con paréntesis o guiones, uso frecuente de los dos puntos y del punto y coma (muy por encima de lo normal), abuso de notas, asteriscos, etc.