Luego de varias semanas en confinamiento mi salud mental se estaba viendo afectada, sin ánimos ni motivos para hacer algo me tumbaba frente a la computadora a ver vídeos intentado distraerme de la realidad esperando que algún click mental suceda y me cambiara los ánimos. Horas de vídeos vistos y ninguna ayuda para que mi creatividad volviera, incluso ya no pensaba en que sucedería en el mañana porque no estaba haciendo que disfrutara o me ayude a mi mismo.

Sabía la fecha en la que estaba por leer  los reportes de muertos y contagiados en las noticias, notaba que mi sentido de humor era mucho más raro ya que memes relacionados con el virus me hacían mucha gracia pero eso era algo momentáneo. Así que un día decidí buscar una Playlist musical en mi computadora la cual se llamaba «Happy Hour» pero nada relacionado con drogas o demás.

Comencé a escuchar la Playlist y recordé esa frase de «la música cambia tu mood» y le di todo el crédito, tomé una hoja y empecé a escribir ideas random que venían a mi mente las cuales eran para crear vídeos con efectos que era algo que había dejado de hacer.

Me pregunté sí este estado de ánimo sería algo momentáneo también, entonces decidí tomar mi cámara y empezar a grabar. En cierta manera obligándome para retomar el hábito y funcionó, al día siguiente fui a la parte trasera de la casa y volví a retomar los entrenamientos ya que me di cuenta de las oportunidades que tengo a diferencia de otros y el no aprovecharlas sería algo tonto.

Retomando «viejas» costumbres poco a poco fui construyendo mi Yo del ahora, mejor que el anterior pero menos que el que vendrá. Ser más consciente que tenemos días buenos y días malos, y es normal que nos tomemos un tiempo para intentar encontrarnos con nosotros mismos. No siempre se puede estar al cien con todo lo que hacemos, a veces las expectativas que tenemos de lograr en un tiempo determinado son muy altas y no es malo apuntar lejos, pero también ser reales con nuestras metas.

Unos nacen con la necesidad y otros adaptan dicha necesidad a medida que el tiempo pasa, con una gama variada en el tallo que los adaptan a ti cada uno es creado para una necesidad especial. El examen que debes hacerte es el que decidirá cual es el indicado para ti, quizás no sea lo más cómodo que tengas que utilizar, pero será necesario y con el tiempo te acostumbrarás. Unos son sutiles y otros son exageradamente extravagantes, pero depende del gusto del propietario. Y podrán existir miles de ellos, pero algo que los une a todos es que son creados con un propósito, intentar quitarte una ceguera o miopía. Tómalos de una manera delicada como unas rosas que entregarías a tu mamá, llévalos a tu nublada visión para que ellos puedan cumplir su función y prepárate para que cambien tu vida para siempre.